De Luperón a la Barrick Gold

Nunca imaginó el Gral. Pedro Santana, ni ninguno de sus funcionarios, las terribles consecuencias que años después, desatarían su infausta decisión de anexar la Republica en 1861. ¡Una terrible guerra –la guerra de Restauración de la Republica-, más de 30 mil muertos, incluyendo 18 mil españoles, la pérdida del poder, y la pérdida de su vida!

Así, las autoridades nacionales hoy; el Poder Ejecutivo, Diputados y Senadores, que se prestaron a canalizar y aprobar el funesto y antinacional contrato con la Barrick Gold, no tienen idea de las repercusiones potenciales futuras de sus actos.

Era el inicio del 2010, la sociedad sufría atónita la descomposición social creciente, la degeneración de los institutos armados, soportaba la corrupción, la delincuencia, la inseguridad, la crisis de los servicios, pero, este desgraciado contrato, fue lo que hizo derramar la última gota.

Así como la anexión a España, provocó una especie de terremoto en el alma popular; que despertó el patriotismo, depuso desconfianzas, motivando la unidad de la población; así, este contrato con la Barrick Gold, unificará la sociedad civil, integrará la juventud a la lucha por la evolución social, ha indignado a los indiferentes, barrerá con el sistema de partido establecido, y puede concluir con la organización de la Quinta Republica, que mucho sueñan con denominar; la Republica de Quisqueya.

Jugaron un papel maravilloso, el internet, las comunidades virtuales, el sentimiento de solidaridad, y el nacionalismo.

Históricamente, los partidos dominantes, que atrapados por la codicia y los grupos de intereses se vuelven antinacionales, su carta en la manga para evitar enfrentarse a las consecuencia de sus actos, ha sido solicitar la invasión extranjera.

El Presidente y Gral. Pedro Santana, para asegurarse que después de él, el poder no pasara a sus contrarios, y sufrir las consecuencias de sus actos, prefirió entregar el poder a España en 1861. Los golpistas de 1963, al verse derrotado, mendigan la invasión de los marines de los Estados unidos. Ahí el origen del Antinorteamericanismo en el país, por prestarse estos a ponerse de lado de los contrarios al interés nacional.

Y así, como en 1861, resultado de los pronunciamientos a favor de la sublevación contra la anexión, por grupos e individuos, en; la sección de Martin García, Manga, Sabaneta, Guayubin, Montecristy, Puerto Plata, Santiago… Como un relámpago electrificante, se incendio la lucha por la restauración de la Republica.

De manera semejante, a partir del 2010, comenzaron los pronunciamientos de apoyo, contra el antipatriótico contrato con la Barrick Gold, de; organizaciones ambientales, profesionales, comunitarias, empresariales, comerciales, ayuntamientos, dirigentes, personalidades, etc.

Con silencio e indiferencia, solo se comportaron; los diputados, los senadores y autoridades y los grandes partidos tradicionales; lo que reflejó el nivel de complicidad existente. Abriendo los ojos del pueblo, de su verdadera naturaleza.

Quedando demostrado una vez más, que el patriotismo es un gigante. Y que cuando los políticos son cobardes y entreguistas, los ciudadanos conscientes, -civiles y militares- son valientes y nacionalistas.

Entonces, confirmé que ciertamente; cada generación tienen que soportar su carga, superar sus contingencias y enfrentar sus pruebas.

Fue cuando escuché, la voz cortante, vigorosa, inflexible del patricio Juan Pablo Duarte repetir; “mientas no se escarmienten a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos, seguirán siendo víctimas de sus maquinaciones”.

Autor: Milton Olivo

http://elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=185477