21 Diciembre 2009, 4:57 PMAl leer con atención los comentarios de algunos interactivos gubernamentales pagados para opinar en la prensa digital, y conociendo los comentarios de algunos funcionarios del sector minero dominicano que tratan de denostar a quienes hemos cuestionado su negativo accionar, hay que llegar a la conclusión de que tal y como dice el libro del Apocalipsis: Los mercaderes del oro, la plata y las piedras se han enriquecido a costa de ellas, y aunque se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, siempre estarán difamando y chantajeando, pensando que de esa forma están neutralizando a quienes les estén cuestionando.
Es necesario recordar que todavía en esta sociedad quedan profesionales que pueden decir en voz alta que siempre han vivido decentemente vendiendo con dignidad, y con la más absoluta formalidad, los servicios profesionales que les solicitan, sin vender su conciencia y sin traicionar a su patria, porque a veces se piensa que al invitar a un profesional a una reunión para pedirle una cotización para una consultoría ambiental o profesional se le crea una expectativa que le permea, le malea, le declina, le retuerce, le condiciona, le denigra, le desacredita y le silencia, pero la estructura helicoidal del ácido desoxirribonucleico (ADN) nos enseña que en esta tierra no todos somos iguales, aunque tengamos las mismas profesiones, las mismas nacionalidades y las mismas raíces genéticas.
Nunca anteponemos intereses personales a los nacionales, y prueba de ello son los siguientes ejemplos:
En el año 1986, cuando el Dr. Joaquín Balaguer decidió construir el canal Nizaíto, el cual le fue ofertado por el INDRHI por 25 millones de pesos y dos años de construcción, le escribimos una carta de objeción técnica al proyecto donde decíamos que por razones geológicas sería un proyecto muy costoso y de muy largo plazo, ya que se requerirían explosivos para cortar la roca caliza litográfica expuesta en un tramo de 16 kilómetros a lo largo del eje del canal, y para que aquello no quedase en el olvido, el sábado 12 de diciembre del año 1987 escribimos un artículo en el Listín Diario, titulado: Agua para el valle de Juancho.
El tiempo y la revista Rumbo posteriormente nos dieron la razón. El canal tomó 7 años y costó 400 millones de pesos, pero no dio los resultados esperados. Fue un fracaso anunciado, y aunque esas posiciones nos ganaron malquerencias políticas reformistas y malquerencias institucionales, los resultados están hoy a la vista de todos.
Trabajamos 8 años para la Rosario Dominicana, llegando a ocupar el cargo de Secretario del Consejo de Administración y Representante del Banco Central frente a esa minera productora de oro y plata, pero cuando fue necesario decir que las aguas ácidas que salen de la mina contaminan los arroyos Margajita y Mejita, y la presa de Hatillo, no vacilamos en decirlo públicamente y solicitar el 01 de mayo de 1999 el cierre temporal de la empresa hasta que esos problemas fuesen corregidos.
Días después el INPRA, el Senado de la República y la Junta Monetaria nos dieron la razón, y el 13 de mayo de 1999 la Rosario fue cerrada. Eso no implica que estemos opuestos a las operaciones mineras de la Rosario, pero aspiramos a que la minería sea un buen ejemplo de desarrollo sostenible.
Los estudios geológicos, hidrogeológicos y ambientales para la disposición final de los desechos sólidos en la ciudad de Santiago fueron hechos por nosotros, en mayo de 2005, donde recomendábamos descartar a El Naranjo, que era el lugar favorito del Síndico reformista y transformar a Rafey en un verdadero relleno sanitario, siendo Rafey el lugar favorito del Gobierno peledeísta, estudios donde todos los costos inherentes a los mismos fueron cubiertos por nosotros en interés de ayudar a buscar una solución al problema de las basuras y las humaredas de Santiago.
Nuestra evaluación y nuestra recomendación sobre las basuras de Santiago fueron acogidas como válidas por la Comisión Oficial designada por el Presidente de la República, Leonel Fernández, e integrada por el Secretario de Estado de Obras Públicas, el Secretario de Estado de Medio Ambiente, el Director del Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (CONAU) y el Gobernador Provincial, en fecha 12 de diciembre de 2005, y puestas en práctica de inmediato, y aunque pudimos haber pasado una factura por nuestros servicios profesionales, nunca lo hicimos, como tampoco pasamos facturas para los estudios y las soluciones que aportamos para los vertederos de Cotuí y Haina.
Los estudios geológicos y geofísicos para diagnosticar las causas de los deslizamientos de Sánchez y sus diferentes soluciones fueron realizados por nosotros y todos los costos fueron cubiertos por nosotros, sin ayuda del Gobierno, ni de nadie, estudios que fueron escogidos el 27 de agosto de 2005 por el Presidente de la República, Leonel Fernández, para que sus recomendaciones fuesen aplicadas de inmediato, desestimando otros estudios realizados por otras dependencias públicas, incluyendo un informe de la Dirección General de Minería, y desestimando, por improcedente y tremendista, el informe presentado por el CODIA, el cual recomendaba desalojar y reubicar en otro lugar a la comunidad de Sánchez.
Nunca pasamos factura a nadie por esos servicios profesionales.
Los funcionarios peledeístas y sus interactivos debían recordar que Leonel Fernández dijo en Samaná, durante su campaña política contra Hipólito Mejía, que “El Rockash e’ pa’ fuera que va”, pero al llegar al Gobierno en el 2004 se dio cuenta que no era tan fácil cumplir esa oferta, y que para lograrlo debía ponerlo encapsulado en un barco de matrícula norteamericana y pagar 20 millones de dólares por esos servicios, y ante ese dilema fuimos llamados por el Secretario de Estado de Medio Ambiente para que nuestros planteamientos públicos respecto a la utilización de ese material mezclado con cemento Portland para convertirlo en cemento puzolánico, aprovechando la presencia de óxido cálcico, sílice y alúmina, fuese presentada de manera formal en una conferencia en la Academia de Ciencias, en presencia de todos los funcionarios de esa Secretaría y en presencia de otros altos funcionarios de este Gobierno, y fue entonces cuando el Gobierno asumió ese planteamiento como la solución ideal al problema de la contaminación del rockash, con lo cual el gobierno de Leonel cumplió su promesa de sacar el rockash de Samaná y se ahorró 19 de los 20 millones de dólares del transporte a Estados Unidos. Pudimos haber cobrado los honorarios correspondientes, pero no lo hicimos.
En el año 2001 fuimos llamados por la Secretaría de Obras Públicas para hacer estudios de geo-radar para las obras del Parque del Este, para los juegos Panamericanos, pero, aunque les cotizamos y la cotización fue aprobada de inmediato, expresamos a ellos, y a todo el país a través de la prensa, que estábamos opuestos a que esas obras fueran levantadas allí porque destruirían el 25% de la superficie del parque.
Nuestras opiniones fueron publicadas en primera plana de la prensa escrita, lo que motivó que se nos llamara del despacho del Secretario de Obras Públicas para confirmar la noticia, y nuestra respuesta fue firme: Estamos en contra de la destrucción de ese parque, y cuando nos preguntaron qué hacer con el contrato nuestro, respondimos que podían rescindirlo. Preferimos no hacer ese trabajo, y mantener la objetividad y credibilidad de nuestros planteamientos públicos, aunque algunos perredeístas, la SEOPC y el Comité Olímpico se disgustaran con nosotros.
Luego del paso de la tormenta Noel de 2007, fuimos requeridos por el principal productor de agregados del Cibao Central, muy amigo del Presidente Fernández, para hacer un estudio geológico-minero y ambiental, que justificara la explotación de agregados en el cauce del río Yuna para su canalización, ya que se encontraba sedimentado, y nuestra respuesta fue la siguiente: tu idea es buena desde el punto de vista hidráulico, pero desconocemos los efectos ambientales secundarios de esos propósitos, porque cada amigo del Presidente va a pedir que le permitan hacer lo mismo en otros tramos del mismo río Yuna, y en otros ríos de la zona. Dejemos esa canalización al INDRHI.
En el caso de la odiosa enmienda al contrato suscrito entre el Estado y la Place Dome, hoy Barrick Gold, el cual es defendido ardorosamente por la misma Dirección General de Minería que otorgó una concesión minera para explotar las rocas calizas de los mogotes de Los Haitises, está más que claro que esa enmienda le quita al pueblo dominicano unos 50,000 millones de pesos en los primeros seis años, motivo por el cual lucharemos hasta las últimas consecuencias, incluyendo los tribunales dominicanos, con tal de lograr que ese contrato sea modificado para que el Estado reciba el 50% de los beneficios, desde el primer año de operación, y para que el pasivo ambiental sea asumido en su totalidad por la empresa minera, y eso no implica ser enemigo de la Barrick ni del gobierno, sino estar del lado de un pueblo dominicano pobre que requiere de esos dineros para educación y salud.
Nuestra opinión sobre esa enmienda al contrato fue fruto de una consulta formal que nos hizo la Comisión Especial de la Cámara de Diputados de la Rep. Dominicana, Comisión que fue creada para estudiar esa enmienda, y hemos emitido nuestra opinión al margen de que las principales empresas mineras establecidas en la Rep. Dominicana hayan sido clientes de nuestra oficina profesional, y al margen de que cualquier empresa minera haya pedido a nuestra oficina una propuesta para una consultoría ambiental, porque nunca hemos dejado de opinar verazmente porque alguna empresa nos haya pedido una propuesta, como tampoco nunca hemos callado una verdad o una iniquidad porque el culpable sea cliente de nuestra empresa, ya que nunca hemos mezclado los trabajos de nuestra empresa con nuestras opiniones ambientales y con nuestros compromisos sociales, porque vendemos servicios profesionales, pero no vendemos nuestra conciencia, ni traicionamos nuestra patria, aunque respetamos que otros geólogos así lo hagan.
Lamentablemente vivimos en una sociedad donde o usted es parte de la corrupción administrativa que se articula con un sector privado sediento de riquezas públicas, o usted es indiferente ante esa indetenible corrupción, o usted cuestiona ese accionar, pero si usted decide ser un crítico, con frecuencia se le pedirá una cotización para un estudio, creyendo que con eso se le crea una expectativa que le doblega y le silencia, lo cual nos enseña que desde los gobiernos sólo se predican dos cosas: o la corrupción o el chantaje.
Juan Pablo Duarte dijo: “Mientras no se escarmiente a los traidores, como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones”http://guasabaraeditor.blogspot.com/2009/12/entre-la-corrupcion-y-el-chantaje.html
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