Expresó que “dicha enmienda, aprobada por el Congreso Nacional, permitirá que el Estado reciba, además del Impuesto sobre la Renta, que es el 25% sobre utilidades brutas, una regalía de 3.2% sobre las ventas o retorno neto de fundición, más una participación en las utilidades netas equivalente al 28.75%”.
También dijo de forma burlona que “No existe ningún país de América Latina, ni del mundo en desarrollo, que haya logrado términos tan favorables”, y esto lo manifestó al hablar como orador invitado de un almuerzo organizado por la Cámara Minera y Petrolera de la República Dominicana y la Sociedad Dominicana de Geología, instituciones que se han colocado del lado de esa empresa minera y de espaldas a un pueblo dominicano pobre que esperaba obtener algún beneficio de las reservas de oro, plata, cobre y cinc existentes en Pueblo Viejo, Cotuí.
Si en ese almuerzo hubiese estado presente algún dominicano de verdad, le hubiese preguntado a ese señor burlón que cuándo pensaba él que el país estaría recibiendo el 28.75% de participación en las utilidades netas, porque el contrato al que él se refiere elimina el 25% original de participación en las utilidades netas, y lo reduce a cero hasta que la empresa haya recuperado la totalidad de su inversión y hasta que haya obtenido una tasa interna de retorno del 10%, y sólo cuando ambas condicionantes se hayan cumplido es que el Estado va a comenzar a recibir un 28.75% de participación en las utilidades.
Algunos de los defensores de la Barrick Gold han dicho que si los precios del oro siguen como van, en cinco años se habrá recuperado la inversión y el país comenzará a recibir el 50% de los beneficios, y asumiendo que así fuese, aunque en realidad nunca será, sugiero que los lectores hagan el siguiente ejercicio matemático:
Tomen un precio del oro de US$1,200/onza, réstenle el costo de producción de US$275/onza, multiplíquenlo por 1,000,000 onzas/año, aplíquenle un 25% del PUN, luego multiplíquenlo por 5 años y luego por una tasa de cambio de 36.20, y verán como en apenas cinco años nos quitan RD$42,000 millones, con la complicidad de funcionarios, legisladores, dirigentes de los tres principales partidos políticos dominicanos, así como de los camiperos y sodogeistas entreguistas.
La inversión inicial del proyecto ha estado siendo abultada permanentemente para extender el período de recuperación de la inversión, y siempre mantener la tasa interna de retorno por debajo del 10%, ya que de esa forma nunca pagarían nada, y prueba de ello es el siguiente párrafo firmado por un articulista, no especialista en el tema minero, quien escribió lo que se le encargó, sin detenerse a evaluar las incongruencias técnicas que son evidentes para quienes conocemos de minería, para quienes hemos hecho análisis de costos de inversión y de operación en proyectos mineros, y para quienes trabajamos por muchos años como técnicos y como altos ejecutivos de la Rosario Dominicana:
En una reciente nota periodística publicada por el periódico Hoy, el Director Ejecutivo de la Barrick Gold en la República Dominicana, Fernando Sánchez Albavera, dijo que “la enmienda introducida al contrato original que contemplaba una participación en las utilidades netas amplía los beneficios que recibirá el Estado Dominicano”.
Expresó que “dicha enmienda, aprobada por el Congreso Nacional, permitirá que el Estado reciba, además del Impuesto sobre la Renta, que es el 25% sobre utilidades brutas, una regalía de 3.2% sobre las ventas o retorno neto de fundición, más una participación en las utilidades netas equivalente al 28.75%”.
También dijo de forma burlona que “No existe ningún país de América Latina, ni del mundo en desarrollo, que haya logrado términos tan favorables”, y esto lo manifestó al hablar como orador invitado de un almuerzo organizado por la Cámara Minera y Petrolera de la República Dominicana y la Sociedad Dominicana de Geología, instituciones que se han colocado del lado de esa empresa minera y de espaldas a un pueblo dominicano pobre que esperaba obtener algún beneficio de las reservas de oro, plata, cobre y cinc existentes en Pueblo Viejo, Cotuí.
Si en ese almuerzo hubiese estado presente algún dominicano de verdad, le hubiese preguntado a ese señor burlón que cuándo pensaba él que el país estaría recibiendo el 28.75% de participación en las utilidades netas, porque el contrato al que él se refiere elimina el 25% original de participación en las utilidades netas, y lo reduce a cero hasta que la empresa haya recuperado la totalidad de su inversión y hasta que haya obtenido una tasa interna de retorno del 10%, y sólo cuando ambas condicionantes se hayan cumplido es que el Estado va a comenzar a recibir un 28.75% de participación en las utilidades.
Algunos de los defensores de la Barrick Gold han dicho que si los precios del oro siguen como van, en cinco años se habrá recuperado la inversión y el país comenzará a recibir el 50% de los beneficios, y asumiendo que así fuese, aunque en realidad nunca será, sugiero que los lectores hagan el siguiente ejercicio matemático:
Tomen un precio del oro de US$1,200/onza, réstenle el costo de producción de US$275/onza, multiplíquenlo por 1,000,000 onzas/año, aplíquenle un 25% del PUN, luego multiplíquenlo por 5 años y luego por una tasa de cambio de 36.20, y verán como en apenas cinco años nos quitan RD$42,000 millones, con la complicidad de funcionarios, legisladores, dirigentes de los tres principales partidos políticos dominicanos, así como de los camiperos y sodogeistas entreguistas.
La inversión inicial del proyecto ha estado siendo abultada permanentemente para extender el período de recuperación de la inversión, y siempre mantener la tasa interna de retorno por debajo del 10%, ya que de esa forma nunca pagarían nada, y prueba de ello es el siguiente párrafo firmado por un articulista, no especialista en el tema minero, quien escribió lo que se le encargó, sin detenerse a evaluar las incongruencias técnicas que son evidentes para quienes conocemos de minería, para quienes hemos hecho análisis de costos de inversión y de operación en proyectos mineros, y para quienes trabajamos por muchos años como técnicos y como altos ejecutivos de la Rosario Dominicana:http://eldia.com.do/columnas/
Hermanos Dominicanos, ¡¡¡Qué suerte la de ustedes!!! Han sido bendecidos por el Gran Hacedor, estos tipos en el rfesto del mundo se han aprovechado hasta el último resquicio legal para no pagar nada que no sea lo que ya no pudieron evitar. Y a ustedes ellos les cambian un contrato que era desfavorable para ustedes. Benditos Ustedes.
ResponderEliminarP.S. (Ésta patraña no se la cree ni Papá Noel para esta Navidad)
Atentamente Justo Monsalve